En los últimos años el hilo dental ha ido ganando protagonismo y cada vez más personas lo incorporan en sus rutinas de higiene diarias, y lo ideal es que todos lo utilizaran ya que permite una limpieza exhaustiva entre los dientes. La manera de usarlo es bastante fácil, basta con enrollar entre el dedo índice y el corazón unos 45 cm de hilo y luego ir enrollándolo en los de la mano contraria a medida que se pasa el hilo entre todos los dientes.
Utiliza siempre un extremo limpio cuando empieces con un nuevo espacio interdental para no pasar los restos de un lado a otro, y haz un movimiento de delante hacia atrás en repetidas ocasiones hasta que elimines todos los restos. Termina la limpieza con un enjuague de agua o de colutorio para que no quede ni el más mínimo resto dentro de tu boca, y con eso te aseguras de que la limpieza es más profunda que solo con el cepillado.
Este sencillo procedimiento, que se debe hacer de forma suave, asegura la eliminación de restos de comida que pueden quedar entre los dientes y está especialmente indicado para personas que padecen de gingivitis, ya que reduce la aparición de la placa. Cada vez que acabes de comer, y especialmente después de la cena, dedica unos minutos a limpiar el espacio interdental bien con hilo o con cepillos interproximales que eliminen cualquier resto de alimento que quede entre los dientes.
El hilo dental y la ortodoncia
El hilo dental es especialmente importante para aquellas personas que estén sometidas a un tratamiento de ortodoncia fija con brackets, ya que estos impiden que el cepillo de dientes llegue a todos los rincones de la boca. Terminar cada limpieza con hilo dental permite liberar cualquier trozo de alimento que se haya quedado entre el aparato y dejará la boca lista hasta la siguiente comida. El orden en este caso es que hay que comenzar por el arco y luego limpiar los espacios interdentales.
Si crees que el hilo dental no es para ti, existen alternativas que pueden servirte. Una de ellas pueden ser los cepillos interdentales, que tienen distinto grosor en función de los huecos que quieras alcanzar. Una muy buena alternativa es el uso de irrigadores, muy prácticos sobre todo en los casos de ortodoncia fija ya que ofrecen la mejor limpieza de todos los rincones de tu boca.