Entendiendo la ortodoncia: más allá de la estética
Antes de adentrarnos en las diferencias entre brackets metálicos y alineadores, es importante aclarar que la ortodoncia es una rama completa de la odontología. No se trata solo de alinear los dientes por motivos estéticos, sino que su objetivo principal es mejorar la función y salud bucal.
En la actualidad, muchas marcas publicitan sus productos de manera viral en redes sociales, pero es fundamental recordar que la ortodoncia requiere una prescripción personalizada por parte de un odontólogo o ortodoncista, y un seguimiento adecuado.
Un tratamiento de ortodoncia busca resolver problemas en los tres planos del espacio: transversal, sagital y vertical.
En pacientes en crecimiento, uno de los objetivos principales es desarrollar las arcadas para que puedan alojar todos los dientes permanentes, evitando extracciones o pérdidas futuras por falta de espacio.
Además, la ortodoncia no solo busca una sonrisa estética, sino también corregir mordidas inadecuadas y mejorar la función masticatoria.
Diferencias entre brackets metálicos y alineadores
Los brackets: el tratamiento clásico
Los brackets han sido durante mucho tiempo el tratamiento de referencia para la alineación y corrección de mordidas en pacientes con dentición definitiva.
Cuando pensamos en ortodoncia, generalmente imaginamos brackets metálicos, especialmente en pacientes mayores de 12 o 13 años, que ya han finalizado su recambio dentario.
Existen diferentes tipos de brackets: metálicos convencionales, transparentes y de autoligado.
Los brackets metálicos tradicionales llevan un elástico que puede ser de diferentes colores, aunque con el tiempo puede desgastarse por la saliva, lo que requiere visitas cada 4 a 8 semanas para su revisión.
Por otro lado, los brackets de autoligado utilizan una tapa metálica que se abre o cierra para ajustar el arco, permitiendo intervalos más largos entre citas y movimientos más suaves y progresivos.
Los alineadores: una opción moderna y discreta
Los alineadores son una alternativa cada vez más popular. Consisten en un plástico que recubre toda la superficie de los dientes, ayudado por pequeños elementos llamados ataches.
Estos alineadores se cambian de forma periódica, generalmente semanal o cada cinco días, gracias a la evolución en la flexibilidad del material.
Esto permite que el tratamiento no sea más largo que otros métodos y, además, reduce los costos gracias a la competencia en el mercado.
Una de las grandes ventajas de los alineadores es que facilitan la higiene bucal, ya que no tienen los componentes que dificultan el cepillado, como los elásticos o los arcos metálicos.
Esto es especialmente importante en niños y en pacientes en crecimiento, donde mantener una buena higiene bucal es fundamental para evitar caries y problemas en las encías.
Por lo tanto, los brackets metálicos así como los alineadores son opciones válidas, pero la elección debe hacerse en conjunto con un profesional que evalúe las necesidades específicas de cada paciente.
La ortodoncia no solo busca mejorar la estética, sino también la salud y funcionalidad de la boca, por lo que siempre debe ser un tratamiento supervisado y personalizado.
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